El clero se dividía en dos, aunque el jefe espiritual de todos era el Papa.
- el clero secular (de século: siglo, la vida fuera de monasterios):
- los obispos, que regían las diócesis, y
- los curas, que llevaban las parroquias.
- el clero regular (de regula: regla, vida en monasterios)
- monjes y monjas y frailes.
En el siglo X, mucha gente pensaba que las órdenes religiosas monásticas se habían alejado de su misión original, acumulando riquezas y relajando su espiritualidad.
En 910 se funda el monasterio de Cluny para hacer volver a los benedictinos a su espíritu original, y llega a tener 200 monjes, y después muchos monasterios cluniacenses por toda Europa.
Pero a finales del siglo XI, esta orden se había ido relajando, acumulando poder y riquezas, y surge un grupo de ellos que fundan la orden cisterciense para volver a la pobreza, austeridad y sencillez (se les llamó los monjes blancos porque cambiaron el hábito negro por uno de lana de color blanco).
Aún así, en pocos decenios estas órdenes entran en crisis en una sociedad más rica, culta y urbana (en la que los campesinos que llegan a los suburbios de las ciudades viven marginados y hacinados), y en el siglo XII aparece una oleada de frailes "mendigos" que viajaban y predicaban entre el pueblo, llevando una vida fraterna y de pobreza.
Los franciscanos, fundados en 1209 por Francisco de Asís, y los dominicos, fundados en 1216 por Domingo de Guzmán, fueron las órdenes más famosas de esta época (otras son los cartujos, carmelitas, mercedarios,...).
Aquí puedes ver una infografía con los temas más importantes de ésta y otras épocas de la historia de la Iglesia
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