Para los cristianos es el momento de celebrar la
resurrección, un momento de alegría… pero ¿qué significó y qué
significa esto en realidad para una persona creyente en ese Jesús?
(veréis que incluso vale para las personas
que no creen, veréis).
En
primer lugar, que cuando todo parece hundirse sin remedio en el
absurdo de la muerte, comienza una nueva vida, una nueva creación.
Algo les ocurre a los seguidores de Jesús, que de estar escondidos
por miedo a seguir su mismo camino, se abren a una experiencia nueva
e inesperada de su presencia entre ell@s. La
muerte no ha podido con Jesús, ¡está vivo!.
Y,
entonces, ¿qué hacer? Hay que volver a la vida (a Galilea dice la
Biblia), vivir curando a los que sufren, acogiendo a los excluidos y
migrantes, perdonando setenta veces siete, defendiendo a las mujeres
que sufren (todavía
más que los hombres, desgraciadamente) y
a los niños en peligro; hay que hacer comidas abiertas a tod@s y
entrar en las casas anunciando la paz; hay que contar historias sobre
la bondad (así
era el
Dios que enseñó Jesús)
y denunciar a cualquier religión que vaya contra la felicidad de las
personas.
Hay
que seguir anunciando que un
mundo nuevo es posible, un mundo más amable, más digno y justo.
Hay
esperanza para tod@s.
Eso nos cuenta la resurrección, como para no celebrarlo, como para
no desearlo en estos momentos. Pues a ello os invitamos, a hacer un
mundo así, a sembrar esperanza en lugar de mal rollo, a encontrar
caminos de vida… ¡manos a la obra!
* Cuéntanos
dos cosas que tú mism@ haces que pueden crear mal rollo y otras dos que se te
ocurran para hacer un mundo más amable, más digno, más justo,... ya
desde ahora mismo, encerrad@s en casa.
Envía tus respuestas al correo de tu profe de religión, Jony, Antonio o Nane
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